El yoga, además de todas las cualidades de las que te hablé en el artículo anterior, ¡se compone de otros ingredientes especiales!
Cuando hice el curso fue fundamental aprender el significado de Yama y Niyama, es decir, las disciplinas éticas de las que les hablaré con más detalle en un próximo artículo.

Hablamos de disciplinas éticas porque aprendemos a comprender que los seres humanos no están separados del resto del mundo. La visión individualista del ser humano ha creado desorden

y separación. Como hemos visto, la energía es un fenómeno que tiende a unir y conectar lo que vemos “separado” a simple vista. En consecuencia, si somos una masa de energía que se alimenta de otras energías, esta teoría nos lleva a pensar que no existen fronteras con el “otro”, con la naturaleza y con el cosmos. Cada una de nuestras acciones que derivan de nuestras intenciones voluntarias o dolorosas condiciona el resto y los que nos rodea.

Siempre me ha intrigado el comportamiento humano a nivel colectivo, y a menudo sé cómo grupos colectivos como gobiernos, religiones, escuelas de pensamiento terminan separándose de “otras facciones” debido al odio y la creencia de que son mejores o diferentes. ! ¡Esto sucede porque uno no puede trabajar en armonía a nivel individual, el individuo se ha desconectado tanto de sí mismo que todo lo que cree es lo que le inculca su sociedad, su gobierno o su religión!